“Cuenta Regresiva para las Alianzas 2026 “
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) anunciará este 1 de setiembre qué coaliciones alcanzaron la inscripción formal. Será una decisión clave en una contienda marcada por la fragmentación política.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) confirmó que el lunes 1 de setiembre se conocerá qué alianzas políticas lograron inscribirse para disputar las elecciones generales de 2026. El anuncio será clave en un escenario en el que existen 43 partidos registrados y, al menos, nueve coaliciones buscando consolidarse antes de que venza el plazo.
La decisión no sólo ordenará el tablero electoral. También marcará la manera en que partidos tradicionales y nuevas agrupaciones intentarán sobrevivir en un sistema con alto nivel de fragmentación y con ciudadanos cada vez más distantes de la política.
ALIANZAS EN EVALUACIÓN
Entre las alianzas en proceso de definición aparecen Unidad Nacional, integrada por el Partido Popular Cristiano (PPC), Peruanos Unidos y Unidad y Paz; el Frente de Trabajadores y Emprendedores; y Venceremos, que agrupa a Voces del Pueblo y Nuevo Perú. Todas han presentado su solicitud y esperan la resolución final del JNE.
En la práctica, estos pactos son una estrategia para evitar la dispersión. En las elecciones pasadas, más de una decena de candidatos presidenciales obtuvo menos de 2 % de votos. Ahora, los partidos intentan unirse para ganar peso en una contienda que se perfila muy abierta.
“FUERZA LIBERTAD” SUPERA LAS TACHAS:
La coalición que más ha avanzado es Fuerza y Libertad, formada por Balla Perú y Fuerza Moderna, liderada por Fiorella Molinelli, exministra durante el gobierno de Martín Vizcarra. Esta coalición enfrentó dos tachas ciudadanas durante su inscripción, pero ambas fueron desestimadas por el JNE.
El director de Registro de Organizaciones Políticas, Felipe Paredes, explicó que las objeciones no constituían impedimentos legales y que se aplicó el principio de presunción de inocencia. La rapidez en resolver los recursos respondió a la necesidad de cumplir con el cronograma electoral.
De esta manera, Fuerza y Libertad se convierte en la primera alianza en asegurar su participación en los comicios. Para Molinelli, el reto será convertir esta formalidad en una candidatura con opciones reales en un electorado fragmentado y polarizado.
CALENDARIO APRETADO
La confirmación de alianzas es apenas la primera parada del trayecto. El 14 de octubre se cerrará el padrón el electoral. El último domingo de noviembre se realizarán elecciones primarias abiertas en los partidos que opten por ese mecanismo, mientras que las agrupaciones que elijan delegados votarán el primer domingo de diciembre.
El 23 de diciembre vencerá el plazo para la presentación de listas de candidatos. Desde entonces quedará todo listo para los comicios del 12 de abril de 2026.
El calendario, como se ve, es ajustado y obliga a los partidos a moverse con rapidez. Las alianzas deberán definir liderazgos, candidaturas al Congreso y mensajes de campaña en apenas tres meses.
DEBILILIDAD PARTIDARIA
Los especialistas coinciden en que las alianzas buscan atenuar la fragilidad del sistema político, donde la mayoría de los partidos carece de estructura y militancia real. Sin alianzas, la elección podría convertirse en una competencia de siglas y candidaturas poco representativas.
El problema, sin embargo, es que muchas veces estas coaliciones duran lo que dura la campaña, advierten analistas consultados para esta nota. La experiencia muestra que, ya en el Parlamento, los bloques suelen desintegrarse por disputas internas.
Aun así, la inscripción de alianzas es vista como un paso necesario para ordenar una contienda que, de otro modo, podría terminar en unos comicios con decenas de candidatos que nadie conoce, advierte el analista político y catedrático, Fernando Tuesta Soldevilla.
PRIMER CORTE DE CAMPAÑA
El anuncio del JNE el 1 de setiembre marcará el primer corte de la campaña electoral. Las alianzas aprobadas tendrán que salir a buscar candidatos visibles y recursos para enfrentar una elección que se anuncia disputada.
El desafío será conectar con un electorado cada vez más distante. Según los últimos sondeos, más del 80 % de ciudadanos no se siente representado por ningún partido político. En ese contexto, el éxito o fracaso de las coaliciones no dependerá solo de la inscripción legal, sino de su capacidad de generar confianza en el electorado.
El tablero de las elecciones de 2026 empezará a definirse en cuestión de días. Lo que ocurra el 1 de setiembre no resolverá la crisis de representación, pero si dará la primera fotografía de un proceso que, como en los últimos años, se jugará entre la desconfianza y la búsqueda de nuevos liderazgos.